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Desde que somos muy pequeños nos enseñan que las vacas de color blanco y negro son vacas lecheras. Que pasean por el prado y matan moscas con el rabo pero, ahora que ya no eres tan niñ@ ¿sabrías decirme cómo es una vaca lechera, sin hacer referencia a sus colores?

 

Nosotros, que de vacas lecheras sabemos, vamos a contarte todo sobre la vaca frisona. Frisona es la raza de la mayoría de nuestras vacas Kaiku Km0, el nombre proviene de una región del norte de Holanda, cuyo entorno es rico en campos de tulipanes, verde hierba, amplios terrenos…un auténtico paraíso para el pasto de las vacas frisonas. Como nuestras tierras, la naturaleza que alberga nuestro entorno, el clima y la manera de cuidar, tanto a los animales como su hábitat, son factores que convierten Euskal Herria en un lugar idóneo para estas vacas. La mayoría de vacas frisonas viven en el norte del país y es la raza más común en todo el mundo.

 

Físicamente seguro que la conoces bien, tienen la cabeza relativamente pequeña y descarnada. Su cara es recta y alargada, terminando en un morro ancho. Los cuernos son pequeños y finos, y las orejas muy flexibles y con mucho movimiento. Destacan sus ojos grandes y muy expresivos. ¡Podemos adivinar por su mirada cuál es su estado de ánimo cada día! 

 

El cuello es delgado y el tronco amplio y profundo, con un dorso fuerte para soportar la masa visceral y, en el caso de las hembras, el feto.

 

Para que nuestras vacas frisonas crezcan sanas, produzcan la mejor leche y vivan de la mejor manera, es importantísimo cuidar su alimentación, higiene y lugar de descanso

 

Debemos prestar atención a su alimentación desde que nacen, durante los primero días de vida se alimentan del calostro materno lo cual les aporta energía e inmejorables propiedades para su crecimiento. Una vez acaba esta fase inicial, las vacas comienzan a ingerir cereales, hierba, heno y pastos cuidados entre otros alimentos sólidos. 

 

En cuanto a los líquidos, tenemos muy en cuenta que siempre tenga a su disposición agua limpia y de buena calidad. 

 

Y por último, constantemente revisamos el estado de los espacios donde pastan y viven nuestras vacas Kaiku Km0, deben permanecer limpios, ventilados, y disponer de buena luz para que los animales no sufran estrés y vivan en tranquilidad, pudiendo descansar cómodamente. 

 

Cuidamos cada detalle que influye en su día a día porque queremos que tengan una buena vida y porque es la mejor forma de conseguir que ellas nos den la mejor leche. 

 

¡Si ellas viven bien y están contentas, nuestra leche sabrá mejor!

 

¿Has estado alguna vez en un baserri viendo cómo viven las vacas frisonas? Cuéntanos tu experiencia en redes sociales o en su caso, si te gustaría vivirla por primera vez. 

 

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