Jon Agirre, trabaja en el caserío de Bidegain, este año cumple su “año de plata”, 25 años como ganadero y socio de la cooperativa Kaiku. Pero 25 años son una anécdota comparados con toda una vida ligada al sector primario. Su infancia rural le ha permitido conocer el amor por los animales, la importancia de cuidarlos y que tengan una vida lo más sana posible poniendo en la base su alimentación.
Lo suyo viene de familia, tienen un total de 135 vacas en Goiain en Zuia. Jon, nos cuenta que, durante estos años de profesión tiene que luchar por actualizar la imagen obsoleta que se encuentra en el imaginario social de los caseríos y el trabajo de los ganaderos antiguamente frente a la labor en los caseríos actuales.
Hola Jon, ¿Cómo es el día a día del ganado en un Baserri?
La rutina es dura. Por un lado, es importante no ser la única persona para gestionar el Baserri y, por otro lado, formar parte de un equipo sólido como Kaiku aporta tranquilidad. En el caso de nuestro caserío, aunque todos sabemos hacer el trabajo de todos, cada uno tiene sus tareas concretas y cada uno se especializa en un área.
Además del cuidado de las vacas, también nos encargamos de plantar el forraje para poder preparar los alimentos del ganado. Para preparar sus alimentos, necesitamos maíz y en lugar de plantarlo, lo compramos en una asociación cercana. Esto hace posibles las sinergias entre agricultores y ganaderos y refuerza la actividad del sector primario. Gracias a esta colaboración, todas las materias primas son de nuestra tierra, de gran calidad y de plena confianza, de esta forma, la riqueza se queda aquí.
En cuanto a nuestro trabajo diario hay muchos tópicos. La gente que no tiene contacto directo con el sector no conoce realmente cómo es el trabajo de los ganaderos. No se dan cuenta de que gestionar un caserío es como gestionar una empresa: abastecimientos, ventas, calidad, veterinaria.. Tenemos que saber de todo y para ello hemos ido invirtiendo en tecnología a lo largo del tiempo. Sin embargo, la imagen que se da es bastante anticuada. La realidad es que actualmente el sector está muy profesionalizado.
¿Qué es lo más importante para lograr una leche de calidad superior?
Una de las cosas más importantes para conseguir una leche de gran calidad es la alimentación del ganado. Alimentamos nuestras vacas con comida natural, con alimentos cultivados en nuestra tierra, en Álava.
Por otro lado, también influye el cuidado de los animales. No solo buscamos su comodidad y confort, sino también controlando de cerca la salud de las vacas. En Kaiku tenemos protocolos internos y programas sanitarios, generados por los técnicos, que nos ayudan a prevenir posibles enfermedades o problemas.
Esta es una de las prioridades que tenemos en Kaiku, garantizar el bienestar de los animales certificado por parte de una entidad externa; AENOR. Hoy en día, la industria trata la leche como es debido, pasando los controles de calidad necesarios.
¿Tomáis alguna medida especial relacionada con el medio ambiente?
Tenemos estrictas normativas. Cada vez nos movemos más en entornos urbanos y para ello tenemos que cumplir muchos requisitos. Además en Kaiku, los caseríos son de aquí, están muy cerca de la planta de producción y lo que hace que se reduzcan las emisiones a la atmósfera, influyendo directamente en el cuidado del medio ambiente.
También al plantar los forrajes mencionados anteriormente cuidamos las plantaciones y montes de nuestro entorno para evitar la formación de zarzas. Esto evita incendios y permite que los paisajes estén cuidado y disfrutemos de ellos. En lugar de utilizar fertilizantes químicos, trabajamos las tierras con un fertilizante natural que se forma con purinas y que enriquece las tierras y no las contamina.
¿Qué diferencias hay entre Kaiku y otras cooperativas? ¿Por qué escogisteis Kaiku?
Mi familia se unió a la cooperativa Kaiku hace 25 años. Kaiku está extendida por todo el País Vasco y es la cooperativa que más ganaderos reúne. Esto es un gran logro para los ganaderos y nos aporta algunas ventajas.
Formar parte de Kaiku permite tener mejores precios y más servicios. Además, hace posible recibir la producción a todos los ganaderos. Precisamente, una de las grandes diferencias de Kaiku es que a todos los ganaderos se nos recibe todo lo que producimos, al mismo precio, aunque la producción sea grande o pequeña y el caserío esté situado lejos. Esta amistad nos ha permitido crear empresas y supone un pilotaje.
¿Cómo ves el sector en el futuro?
Si las cosas no cambian, en el futuro el sector será pequeño. Tenemos dificultades para tener relevo. Si tuviera que dar algún consejo a un joven que quiere empezar en esto, le diría claramente que no se meta solo en el negocio, que forme parte de un equipo como Kaiku, buscando sinergias.