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La elegancia y el encanto son dos de las cualidades que resaltan a simple vista en una ciudad. Donosti, tiene un color especial. Ese color azul partiendo el mar del cielo que se puede ver desde el paseo de La Concha, hace que cada vez más y más turistas se acerquen a contemplar la belleza del mar cantábrico a las orillas de Donosti.

Cada elemento cuenta cuando hablamos de una ciudad con encanto y las infraestructuras como edificaciones o los puentes, son clave para conocer su historia. En particular, Donosti cuenta con 5 puentes muy característicos que no solo tienen una hermosa vista, también cuentan con una maravillosa historia trás ellos. Conozcamos los 3 más curiosos:

 

Puente de Maria Cristina

Esta infraestructura fue construida por primera vez de modo provisional en el año 1893. El puente tal y como lo conocemos hoy fue inaugurado en 1905.  Se le dio el nombre de María Cristina en honor a la reina consorte de España María Cristina de Habsburgo-Lorena que veraneaba en la ciudad.

La buena comunicación de la estación del Norte, la plaza de toros y el velódromo eran los reclamos principales para que este puente cumpliera sus objetivos. 

Fue diseñado por Antonio Palacios Ramilo, arquitecto y urbanista español. El material del que está construído el puente es hormigón armado, novedad para la época,  y tiene 3 arcos.

 

El puente de Zurriola

Se sitúa en la desembocadura del río Urumea en Donosti. Concebido para unir el centro con el barrio de Gros, el Puente de La Zurriola, originariamente fue construido en 1915.

Tiene a sus lados unas farolas de estilo expresionista que iluminan claramente el paso hasta el Palacio Kursaal, por eso, en ocasiones, este puente también es conocido como El Kursaal. 

El estilo artístico de este puente es modernista. El puente está sostenido sobre cuatro vanos y pende sobre tres apoyos centrales. Está compuesto por dos cubos diseñados por Rafael Moneo que evocan unas rocas varadas. 

 

Puente de Santa Catalina

El Puente de Santa Catalina es otro de los puentes más importantes que cruzan el río Urumea en capi donostiarra y es una infraestructura primordial para conectar dos puntos muy importantes de la ciudad.

Las primeras referencias de la construcción de este puente datan del siglo XIV, en principio era un paso para conectar ambas partes de la ciudad. En el año 1870, Antonio Cortázar fue el arquitecto del actual puente de estilo neoclásico.

Pero, ¿cómo está compuesto este puente?¿Es diferente de los otros dos? Este en concreto cuenta con cuatro arcos rebajados y se construyó con piedras de Mutriku Ereño.

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